Hoy por hoy, la forma de vida actual nos mantiene con grandes cantidades de ocupaciones (convirtiéndose en preocupaciones), así como vivir con celeridad (lo que en ocasiones nos lleva a la angustia) y en un alto grado de obsesiones infundidas por el consumismo material o emocional (en muchas ocasiones innecesarias).
Este tipo de vida de a poco nos va consumiendo. Entonces ¿qué hacer? O ¿cómo evitarlo?...
Es tiempo de parar… para comenzar a reflexionar, pensar, estudiar y/o analizar la o las situaciones que se estén presentando, debido a que “se ha impuesto la dictadura de la acción frente a la reflexión y es más urgente que nunca reavivar el pensamiento crítico que agoniza” (Ruiz, 2018).
“No adoctrines a tus hijos. Enséñales cómo pensar por sí mismos, cómo evaluar la evidencia y cómo estar en desacuerdo contigo” Richard Dawkins
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El pensamiento crítico expone mayor asertividad al momento de tomar decisiones por medio de construir o deconstruir el momento o contexto que se esté pasando, por medio de reflexionar acerca del modelo de pensamiento que tenemos. Esto es generado por medio de cierta estructura fundamentada “en la construcción de los argumentos y en su uso en el razonamiento” (Herrero, 2016), permitiéndonos analizar ideas, deseos, sueños e incluso creencias.
El pensamiento crítico es una habilidad que se puede desarrollar, lo que nos permite evaluar la información e ideas y poder decidir qué aceptar y creer. Por tanto, la reflexión sobre la validez de lo que se ha ido a la luz del conocimiento y la comprensión del mundo que previamente se tiene, implica en su totalidad al pensamiento crítico en acción.
Ahora bien, la lectura crítica es una técnica que permite descubrir ideas e información dentro de un texto escrito, se realiza mediante una lectura cuidadosa, activa, reflexiva y analítica.
En la praxis, el pensamiento crítico y la lectura crítica van de la mano, ya que el pensamiento crítico permite que el lector de seguimiento a su comprensión de acuerdo al avance dentro de su lectura, para con ello poder percibir y conocer los hechos o el contexto y razonar de una manera reflexiva, reconociendo si todo ello es objetivo (objeto - contexto) o subjetivo (sujeto - personaje).
La aplicación del pensamiento crítico dentro de la lectura crítica, es un proceso que se conlleva desde un: antes, durante y después de la misma. Esto nos ayuda a obtener asertividad en el resultado.
La lectura crítica nos ayuda a discernir si el discurso que el autor nos expresa es objetivo o subjetivo, es decir, si la información proporcionada es real o es sacada de la imaginación, para ello Kurkland (2003) en Peppino (2012) menciona que “la lectura crítica, puede entenderse como “una técnica que permite descubrir ideas e información dentro de un texto escrito””, conllevándonos a brindar una ayuda para discernir si el discurso que el autor nos expresa es objetivo o subjetivo, es decir, si la información proporcionada es real o sacada de la imaginación.
Podemos realizar lecturas por: gusto o placer, para encontrar un concepto, para obtener información determinada, para entender procedimientos, para distinguir métodos, para interpretar información, para reflexionar pensamientos, para aprender lo nuevo, etc. Sin embargo, leer es el método mayormente utilizado para adquirir conocimiento y/o aprender, la información escrita (lectura) es motivada por un propósito con la intensión de conocer tal o cual tema de interés.
Para ello tenemos que entender el significado de leer que va más allá de un simple: “Permite que tus ojos se muevan de izquierda a derecha, recorriendo una línea a la vez, hasta que, de algún modo y de manera inexplicable, el significado “sucede” o se presenta en la mente automáticamente y sin esfuerzo” (Paul, 2012), a lo que se desprende lo siguiente, “leer significa interpretar un sistema de signos determinados” (Aaroz, 2010), es decir, conlleva el proceso de pensamiento.
Entendamos al proceso de pensamiento como “Un enfoque o punto de vista basado en suposiciones que conducen a implicaciones y consecuencias. Usamos conceptos, ideas y teorías para interpretar datos, hechos y experiencias que nos permitan responder preguntas, solucionar problemas y resolver ciertos temas” (Paul, 2012), es decir, conlleva un objetivo, realiza cuestionamientos, utiliza la información externa, da interpretaciones, elabora conceptos, genera conclusiones, genera consecuencias y define una perspectiva.
A lo cual nuestro concepto de lectura cambia y da paso al término de lectura crítica, en el que el “Leer implica un antes, un durante y un después, en donde, de manera individual, el lector tiene la oportunidad de plantearse preguntas, pensar, inferir, decir qué es importante y qué no” (Aaroz, 2010), esto nos lleva a ser cuidadosos, reflexivos y analíticos.
El pensamiento crítico nos hace razonar la información que percibimos de acuerdo con el conocimiento previo y la experiencia obtenida, evaluar esta información y por ende la aceptación o rechazo. Ello implica que se tiene que analizar lo que se está leyendo, es decir, realizar cuestionamientos sin importar el orden en que se quiera formular los siguientes cuestionamientos expuestos en la siguiente imagen (elaborada a partir del texto Lectura crítica de Paul (2012)):
Por otra parte, algunas técnicas que nos ayudarían a tener un nivel de lectura y pensamiento crítico, expresadas por Aaroz (2010) serían:
Para realizar una lectura crítica tiene que estar involucrado el pensamiento crítico, siendo esta una relación ambigua, debido a que sin una la otra tampoco existiría.
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Actualmente, la fuente primaria de información es el internet y tenemos que comprender que es muy fácil naufragar en ese océano inmenso con tanta información, para ello encontrar o desarrollar un método es la mejor forma de lograr obtener el resultado deseado con la eficacia y en un menor tiempo, es decir, adquirir “destrezas cognitivas que permitan detectar las intenciones del autor, extraer el contenido que aporta un texto y verificar si es correcto o no” (Peppino, 2012), por ende, tenemos que aprender a seleccionar la información, determinar si la información y fuente tiene la calidad necesaria que cumpla con los requisitos necesarios, ante ello EDUTEKA (s. f.) expresa ciertos requisitos que a continuación se enuncian:
Haciendo referencia a este último punto que es la búsqueda de información en el internet, nos encontramos en la necesidad de una investigación, es decir, corroborar si los datos expuestos son fieles, de actualidad y reales, para poder así con conocimiento de causa y efecto determinar si la información es aprobada o descalificada.
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De acuerdo con lo anteriormente expresado, la similitud existente entre el pensamiento crítico y la lectura crítica permite elaborar cuestionamientos que consiguen la apertura del pensamiento hacia la reflexión, estudio y/o análisis.
Por una parte, el pensamiento crítico permea el elaborar preguntas – tales como: ¿Qué? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Para qué? …– que se pueden plantear a lo largo de la vida en cualquiera de los ámbitos que puede estar directa o indirectamente relacionados con uno mismo. Esto permite tomar decisiones más o menos complejas y adquirir un mayor grado de responsabilidad con un menor nivel de fallo.
Ahora bien, la lectura crítica se realiza como hemos revisado por medio de cuestionamientos, los cuales conllevan a reflexionar y/o analizar la información contenida en un texto (puede ir desde un texto breve – frase – hasta toda una compilación – obras literarias –), permitiendo esclarecer la información en base de su veracidad o falsedad.
Para concluir, Ruiz (2018) nos dice: “Enseñarles a nuestros hijos y a nosotros mismos a realizar preguntas adecuadas y saber cuándo tienen/tenemos que activar el interruptor del pensamiento crítico”, ya que actualmente es de gran importancia lograr discernir las diferencias y aprender la disimilitud para hacer o creer algo o para negarse totalmente a hacerlo o creerlo.
“No leas para contradecir y refutar; ni para creer y dar por sentado; ni para encontrar charlas y discursos; sino para sopesar y considerar” Francis Bacon
Araoz, E. et al. (2010). Estrategias para aprender a aprender: reconstrucción del conocimiento a partir de la lectoescritura. Pearson Educación, México.
Herrero, J. C. (2016). Elementos del pensamiento crítico. Marcial Pons Ediciones -Jurídicas y Sociales, S. A., Madrid, España.
Ruiz, J. C. (2018). El arte de pensar. Editorial Berenice, S. L. España.
Paul, R. y Elder, L. “Lectura Crítica”. Fundación para el Pensamiento Crítico. Consultado el 10 de agosto de 2012. Versión extraída de https://www.criticalthinking.org/resources/PDF/SP-ConceptsandTools.pdf
EDUTEKA (s.f.). Lista de verificación para una página Web informativa. Recuperado el 10 de marzo de 2023 en https://eduteka.icesi.edu.co/pdfdir/ListaChequeo2.pdf
Peppino, A. (2009). Lectura y pensamiento críticos: Estrategias para desenvolverse en el ciberespacio. Revista Casa del Tiempo, V (20), 7-11. https://www.uam.mx/difusion/casadeltiempo/20_iv_jun_2009/casa_del_tiempo_eIV_num20_07_11.pdf
Psic. XSG ( 17 de 03 de 2023). Pensamiento crítico aplicado. Psic XSG. Recuperado de: